La titular del Juzgado de Instrucción número uno de Benidorm ha decretado prisión incondicional para el agente de la Policía Local, F.S.M, de 28 años de edad, acusado de un presunto delito de homicidio doloso. El decreto se habría producido después de que el detenido cambiara la primera versión de los hechos y confesara que disparó a David C., de 29 años de edad, en la azotea de su edificio tras una discusión y que, posteriormente, bajó el cuerpo sin vida del joven madrileño hasta su domicilio para simular una actuación en defensa propia mientras veían cómo saltaba a su vivienda, y acto seguido, se autolesionó con un cuchillo para justificar esta actuación en respuesta a una supuesta agresión.
. Desde que ocurrieron los hechos - sobre las dos de la madrugada del viernes al sábado pasados - transcurrieron dos horas hasta que se dio aviso a la Policía Nacional, que se personó en el domicilio del agente municipal alrededor de las cuatro de la madrugada. En el momento de personarse los policías, el agente F.S.M. aún llevaba clavado en una pierna un cuchillo y las heridas que, según afirmaba, se habrían producido en el forcejeo, todavía sangraban profundamente. Este dato, que aparentemente podría ser completamente normal, fue el que sin embargo determinó las sospechas de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, dado que, mientras la sangre del agente herido manaba profusamente de sus heridas, la herida por arma de fuego en la frente y la sangre del joven fallecido estaba totalmente seca.
La Comisaría tramitó las diligencias el sábado por la mañana y por la tarde se realizó la reconstrucción en presencia de la juez, quien ordenó su puesta a disposición judicial y horas más tarde su ingreso en prisión. No obstante, desde la madrugada del domingo ha permanecido en los calabozos de la Policía Local y ayer fue trasladado por la Guardia Civil a la prisión. El agente de la Policía Local, acusado de un presunto delito de homicidio doloso, alegó inicialmente que el suceso se había desencadenado tras sorpender en el interior de su vivienda a un desconocido - al parecer con la intención de robar - con el que se enfrentó y, en el forcejeo, se disparó el arma. Sin embargo, en una confesión posterior, cambió totalmente la versión. Los hechos, según la reconstrucción de los investigadores por las evidencias, testimonios de los amigos del fallecido y datos obtenidos en los primeros momentos de la inspección ocular, se habrían desencadenado cuando el joven, que habitaba temporalmente una vivienda contigua junto a otros dos amigos, había bebido y se habría pasado a la terraza del edificio contiguo, desde donde subió a la azotea. Una vez allí, y ante los ruidos que originaba el joven ebrio, el agente, propietario de una vivienda inferior, subió a ver qué ocurría y, tras discutir con el chico, le disparó en la cabeza ocasionándole la muerte. Acto seguido, intentó ocultar lo sucedido simulando el robo en la vivienda, por lo que, solo - o en colaboración de una tercera persona - , bajó el cuerpo hasta su casa y se autolesionó para simular la agresión. La Policía encontró una manta con la que se envolvió el cadáver y trapos con los que se intentó borrar el rastro de la sangre. Por otro lado, el Ayuntamiento de Benidorm ha iniciado el expediente administrativo para que, en función de la sentencia judicial, en su día, expulsarlo del Cuerpo.
Fuente : Diario Información (Edición digital) Alicante, 21-08-2007
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