Una joven madrileña de 26 años de edad entabló amistad por internet con un melillense llamado Yussef, a quien conoció el pasado 10 de agosto en la Ciudad Autónoma tras un tiempo de charla cibernética. Sin embargo, en los planes de la joven no entraba pasarse diez días recluida en una casa de Marruecos siendo víctima de abusos sexuales reiterados.
El día que pisó Melilla, Yussef, que se encuentra en paradero desconocido y es buscado por la Policía Nacional, alojó a la joven en una pensión de la ciudad, Pero 24 horas después, y tras no poder hacer frente al pago de la habitación, el propietario, un melillense llamado Mohamed, ofreció a la madrileña quedarse en una vivienda de su propiedad en la localidad marroquí de Nador, a escasos 12 kilómetros de Melilla.
Allí fue donde presuntamente sometió a la joven madrileña a reiterados abusos sexuales amenazándola con la muerte si osaba escapar o abrir la boca para denunciar lo sucedido.
«La situación se vino repitiendo durante varios días, no teniendo capacidad de reacción por el pánico que dijo tener ante las amenazas de Mohamed de quitarle la vida si decía algo o se escapaba», explicó la Policía Nacional a través de una escueta nota de prensa. Y durante diez días, probablemente los más largos de su vida, la joven vivió sumida en la esperanza de poder zafarse de este individuo que iba y venía a la vivienda tan sólo para abusar de ella.
Sin embargo, el pasado lunes Mohamed la acompañó hasta los Servicios Sociales de la Ciudad Autónoma para gestionarle un billete de vuelta a la Península y, «ante la seguridad que le proporcionaba la presencia de varios funcionarios del Ayuntamiento, la joven denunció los hechos y acusó abiertamente a Mohamed», que fue «inmediatamente» detenido por los agentes en las mismas dependencias de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad.
El suceso, que ha creado una gran conmoción en la ciudad al tratarse de un hombre conocido, precisamente por regentar la pensión citada, ha abierto un gran debate. De hecho, uno de los trabajadores del establecimiento asegura que «todo lo que dicen es mentira», aunque el propietario prefiere no contestar a las preguntas de los medios de comunicación.
Tras prestar declaración ante el juez, Mohamed quedó en libertad bajo fianza y, mientras tanto, la Policía sigue buscando a Yussef, el hombre con quien contactó la joven madrileña para viajar a la ciudad y del que nada se sabe desde que la dejó en la pensión el 10 de agosto.
Muchos son los interrogantes que quedan por aclarar como, por ejemplo, qué relación une a Yussef con el propietario de la pensión, qué argumentos valieron a la joven para dejarse llevar hasta Marruecos y cómo convenció a su presunto agresor para que la trasladase a Melilla y la ayudase a gestionar su viaje de vuelta a la Península.
Fuente : Diario ABC (Edición digital) 22-08-2007
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