jueves, 9 de agosto de 2007

QUÉ HACER SI SE ENCUENTRA SU FOTO EN INTERNET

Imagine que ese día de vacaciones en una playa en la que suele o se atrevió a hacer topless (o lucir palmito como Dios le trajo al mundo) queda inmortalizado con una foto captada, por ejemplo, con un móvil. Y otro día navegando por la Red comprueba con sorpresa que la estampa está a la vista de millones de ojos de todo el mundo. Pues si alguien cuelga sin su permiso una foto o un vídeo (muestren algo íntimo o no) en el que usted es, a su pesar, el protagonista, sepa que la última y más efectiva acción contra este hecho es denunciarlo al Grupo de Delitos Telemáticos o a la Brigada de Investigación Tecnológica.

Antes de dar ese paso debe intentar dar con el propietario de la página. Una vez localizado, tiene que dirigirse a él para que retire la imagen. Si el titular del dominio (no el servidor) está en el extranjero, hay que comprobar si en alguno de los apartados de la web indica cómo reclamar. YouTube y MySpace, por ejemplo, indican cómo actuar en las diferentes situaciones.

Sin embargo, denunciar no siempre es posible. Por ejemplo, cuando la imagen está tomada en un lugar público y la persona «aparezca como meramente accesoria». Si finalmente se decide a denunciar, el juez puede considerar que esa imagen robada en la playa supone una lesión a la dignidad de la persona y, al ser publicada en internet, podría ser tratado como injuria..

El tratamiento de la imagen de una persona puede afectar en principio a cuatro derechos fundamentales distintos (por separado o conjuntamente): el derecho a la intimidad, al honor, a la propia imagen y a la protección de datos. Dependiendo de si se trata de uno u otro caso, deberá seguirse la vía judicial o administrativa, como un conflicto privado o como un delito.

Las penas conllevarían el cese de la publicación y sanciones económicas. En último extremo supondría penas de prisión de entre 2 y 5 años por considerarse como un delito de revelación de secretos. En el caso de que se «borre» la cara y la persona sea irreconocible (y no se vea nada identificativo como, por ejemplo, un tatuaje), el que ha publicado la foto no tendrá ningún problema.

Pero las imágenes también pueden captarse con un dispositivo muy popular entre los jóvenes aficionados al «messenger», la «webcam». La Guardia Civil ha alertado de un uso descuidado de estas cámaras de vídeo que permiten mantener conversaciones cara a cara por internet y también hacer fotos fijas.

«Debemos pensar que una foto en internet puede permanecer de por vida después de difundirse, a través del intercambio de archivos entre muchísimos usuarios», según manifiesta el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil. «Las «webcam» en las habitaciones personales, y más en el caso de los menores, son especialmente desaconsejables». «Hemos conocido casos de virus troyanos que han entrado en el ordenador de una persona y ha encendido la «webcam» por control remoto. Te puedes encontrar que salgas de la ducha desnudo y veas el pilotito rojo grabando y luego encontrar las imágenes en la Red».

De hecho, han detectado muchos casos, sobre de todo chicas adolescentes, que desconocían que fotos íntimas de ellas se encontraban en páginas web pornográficas, hasta que se lo comunicó la Guardia Civil.
Fuente : Diario ABC (Edición digital) 09-08-2007

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