sábado, 11 de agosto de 2007

PRUEBA TESTIFICAL Y......"UN CIGARRITO"

La titular del juzgado de lo Penal número cinco de Alicante ha impuesto una multa de cien euros a un testigo que obligó a suspender un juicio quince minutos porque había salido del Palacio de Justicia para fumarse un cigarrillo. El testigo, un joven de unos veinticinco años, abandonó el edificio cuando estaba a punto de comenzar la vista. El joven era un testigo de la defensa y la juez optó por esperar a que regresara para reanudar el juicio en contra del criterio de la fiscal. La magistrada recriminó al testigo cuando entró en la sala. El joven replicó sorprendido que no pasaba nada por «echar un cigarrito». La juez le advirtió que le imponía la sanción administrativa de cien euros por obstruir la celebración del juicio. La vista oral era contra un maltratador por quebrantar la orden de alejamiento que protegía a su ex novia. El acusado presuntamente se había acercado al bar de la zona de ocio del puerto de Alicante donde trabajaba su ex pareja a pesar de que tenía en vigor una orden de alejamiento desde el 4 de julio.
El acusado propuso como testigo de su defensa a un amigo que supuestamente estaba con él en el momento en que habría quebrantado la orden de alejamiento. El juicio comenzó con el interrogatorio del acusado y el de los testigos propuestos por la fiscal del caso. El amigo del acusado esperaba en el pasillo del juzgado de lo Penal número cinco, que se encuentra en el tercer piso del Palacio de Justicia, y decidió salir del edificio para fumarse el cigarro a pesar de que un agente le advirtió de que tenía que comparecer en breve. La juez pidió que entrara en la sala el testigo, pero había desaparecido. En ese momento, la Fiscalía solicitó que el juicio concluyera sin la declaración testifical del amigo del acusado. La magistrada decidió suspender unos minutos la vista hasta que apareciera el joven. La juez aceptó que declarara en la vista, pero le recriminó su actitud y le impuso la multa. La declaración del testigo tampoco fue determinante. El joven no pudo precisar si estuvo con su amigo porque el día de los hechos «estaba colocadillo».
El pasotismo del testigo no benefició a su amigo, que se está jugando ingresar en la cárcel, ya que tenía una pena de un año de prisión suspendida desde principios de julio a expensas de que no volviera a delinquir. La fiscal del caso pidió al final del juicio una condena de nueve meses de cárcel por el delito de quebrantamiento de la orden de alejamiento, que se sumaría al año que el acusado tiene suspendido. Es la primera vez que un magistrado del Palacio de Justicia de Alicante impone una sanción administrativa a un testigo por salir a fumar durante la celebración del juicio. Los jueces sí que están sancionando con multas de ciento cincuenta euros a los testigos que no se presentan en los juicios por razones injustificadas. La ley de Enjuiciamiento Criminal prevé multas de entre 30 y 150 euros para los testigos que no comparecen.
Fuente : Diario Información (Edición Digital) Alicante, 11-08-2007

No hay comentarios: