Hay robos en los que el valor sentimental de los bienes desaparecidos supera con creces el real que tienen en el mercado. La Fiscalía ha llevado al banquillo al presunto autor del robo en el interior de un coche estacionado en una calle de Alicante, en el que entre el botín estaban las cenizas de la madre de la dueña del turismo y que ésta tenía guardadas dentro del maletero. Los objetos sustraídos están tasados en 175 euros, pero desde el Ministerio Público se ha tenido en cuenta las implicaciones emocionales. Por este motivo, además de los dos años de prisión reclama que el acusado devuelva las cenizas a la víctima o que, en caso de no hacerlo, tenga que indemnizarla con 12.000 euros por los daños morales.
Los hechos ocurrieron el pasado verano, concretamente el 17 de julio. La víctima había dejado estacionado su coche en Alicante y para su sorpresa cuando fue a por él unas horas después, se encontró con que alguien le había forzado el maletero para llevarse todos los efectos que guardaba en su interior. Entre ellos, se encontraba la urna funeraria con las cenizas de la madre de la propietaria del vehículo. En el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario, no constan cuáles eran los motivos por los que las reliquias fúnebres estuvieran guardadas en el maletero del vehículo. Poco se podría imaginar su propietaria que pudiera ser un botín que llamara la atención a los amigos de lo ajeno. En este caso, las Fuerzas de Seguridad lograron identificar y detener al presunto autor del robo, un hombre que carecía de antecedentes penales y que ahora se sentará en el banquillo.
La Fiscalía le considera autor de un delito de robo con fuerza y por el que le reclama una pena de dos años de cárcel, además del pago de una indemnización por valor 175 euros por los objetos robados en el coche. Sin embargo, dada la naturaleza del botín, a la hora de acusar, el Ministerio Público ha tenido en cuenta de que no se trata de un simple objeto más y que para sus propietarios tiene un valor especial. El fiscal reclama la devolución de las cenizas a la perjudicada, al valorar que eso es lo que puede estar más interesada en recuperar. En el caso de que este recuerdo familiar no aparezca, pide una indemnización de 12.000 euros por el daño moral ocasionado. La Fiscalía reclama incluso que se fije una fianza para el acusado, para así garantizar que la víctima pueda cobrar el dinero de la indemnización.
Aunque pueda parecer insólito, se han producido otros robos de urnas funerarias en España. También en más de una ocasión han llegado a las oficinas de objetos perdidos de la provincia. En Orihuela, o en Benidorm, extraviadas por personas que iban a esparcir los restos de sus seres queridos en el mar. En otras ocasiones, fueron robadas pensando los autores que se estaban llevando otra cosa. El pasado mes de noviembre en el municipio cordobés de Posadas, se llevaron un cofre de una vivienda que tenía aspecto de guardar objetos de valor. No debía ser el botín esperado por los autores, ya que la urna apareció abandonada en la calle al día siguiente. Las cenizas sí pudieron ser devueltas a sus legítimos propietarios. En el municipio pontevedrés de Valga, también desaparecieron las cenizas de la mujer del propietario de una casa asaltada por los cacos en el año 2015. Pero en 2013, otra urna fúnebre con los restos de una niña de tres años fueron robadas del cementerio de Lorca (Murcia). El ladrón en este caso tuvo que romper un nicho del camposanto para acceder al recipiente. No fue identificado hasta cuatro años después, gracias a los restos de ADN que había dejado en la escena. El autor era un expresidiario de la zona y que no tenía ningún vínculo familiar que la pequeña, por lo que el móvil es una incógnita.
FUENTE : Diario Información Edición digital 10.2.2022