jueves, 13 de septiembre de 2007

MÁS DE..."DURMIENDO CON SU ENEMIGO"

Un juzgado de Orihuela ha prohibido a una mujer que vaya a ver a la prisión a su pareja, encarcelado por quemarle la casa y matar a su perro, según informaron fuentes judiciales. La víctima ha dirigido un escrito al juzgado en el que renuncia a la orden de protección y defiende su derecho a mantener un vis a vis con su presunto agresor, para el que pide la libertad. El juzgado ha denegado la petición y ha remitido el sumario a la Audiencia Provincial para que inicie el procedimiento.
Es el segundo caso similar que se registra, después de que se detectara que otra mujer, a la que su pareja había tratado de matar rociándole con gasolina en Alicante, mantenía «vis a vis» con su agresor en prisión. Estos nuevos hechos se remontan al pasado 6 de enero de este año, al producirse una discusión entre la pareja en el domicilio en el que ambos convivían en Callosa de Segura. El presunto agresor cogió un palo con el que agredió a la víctima delante de sus hijos. El golpe no zanjó la discusión y ambos se fueron hacia una gasolinera de la localidad donde continuaron la disputa. El hombre acabó cogiendo al perro de la víctima, arrojándolo violentamente al suelo y pisándole el cuello, mientras decía «mira lo que le hago a tu perro».
La brutal acción acabó con la vida del can en el acto. Posteriormente, el hombre fue al domicilio de la mujer, cuando no había nadie, y le prendió fuego. Tras su arresto, el presunto agresor está en prisión preventiva acusado de los delitos de maltrato familiar, lesiones, incendio y maltrato La dirección de Fontcalent recibió poco después una petición de la víctima para poder visitar a su agresor en prisión. El centro penitenciario consultó con el juzgado y se encontró con que no podía autorizar el encuentro porque existía una orden de alejamiento. El juzgado ha remitido un escrito a la prisión señalando que no puede autorizar ni encuentros en locutorios, ni «vis a vis». Sin embargo, la propia víctima presentó al magistrado un escrito diciendo que renunciaba a la orden de protección, así como a cualquier acción penal contra su agresor, y defendiendo su derecho a poder mantener encuentros con él si así lo desea. También pedía su puesta en libertad. El juez ha denegado la petición y mantiene vigente la medida.
Fuente : Diario Información (Edición digital) Alicante, 13-09-2007

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